Archivo diario: 21 noviembre, 2022

«Josephine Baker», de José-Louis Bocquet y Catel Muller

«¡Me ha fascinado sobre el escenario; es usted
como un signo de exclamación al final de la línea de bailarinas!»

MaudyReseña escrita por Maudy Ventosa.

Cubierta de 'Josephine Baker'

Cubierta de: ‘Josephine Baker’

El Lovo Bar, en Madrid, cuenta con una carta de cocktails inspirada en su musa, JOSEPHINE BAKER, catalogada por sabores que hacen referencia a las distintas etapas de la vida de esta mujer excepcional: Etapa Amarga-Seca, Etapa Ácida, Etapa Dulce y Etapa Codex. Degustando un Mediterranean Codex, que corresponde a la última etapa, el 20 de octubre, se presentó en rueda de prensa, la novela gráfica de Catel Muller & José-Louis Bocquet sobre su biografía, publicada en España por la Editorial Salamandra Graphic. Un libro delicioso, perfectamente documentado, en el que no falta nada sobre su evolución personal y profesional y que se convierte en un auténtico retrato del siglo XX, con sus luces y sus sombras. Un trabajo exhaustivo, que ha durado tres años, donde la simbiosis es perfecta entre texto y dibujos; una obra imprescindible para conocer la biografía de Josephine Baker, icono de libertad y ganas de vivir de los locos años veinte, y única tanto por su arte como por su personalidad.

La obra ha estado supervisada por uno de sus doce hijos —todos adoptados—, Jean-Claude Bouillon-Baker, propulsor de la misma, con el que tuvimos la suerte de charlar con la ayuda de la intérprete María Ibor. De su madre guarda una imagen global a pesar de representar varios roles: era muy activa respecto a la lucha por los derechos civiles, como artista incansable y como madre, en casa era la mamá, y los dedicó una parte importante de su vida… Maga en la tierra de Jacquou, Cenicienta que recreaba sus propios sueños rotos de una infancia plagada de gritos e injusticias, estigmas sociales y raciales… “Tribu arcoíris”, “Cenicienta”, “Arca de Noé” para marginados y huérfanos… Todo en Milades era metafórico, y todo era real…Una madre diferente a las demás, no solo por el color de su piel; destaca el gran amor que ella sentía por los niños, por los animales, por la dignidad de todo ser vivo. Sus hijos la acompañaron en muchos de sus viajes por el mundo, conocieron a Pablo VI, a Castro, al Mariscal Tito… Era recibida en muchos países y, sin embargo, en su país, Estados Unidos, fue declarada persona non grata. Jean-Claude comenta que la enorme labor de documentación que han realizado los autores sobre la vida de su madre, le ha permitido conocer anécdotas que desconocía y desmontar otras que no eran verdad y que se contaban como ciertas.

Josephine describe España como algo mágico, como escribió en sus memorias antes de la Guerra. Y es posible que en uno de los espectáculos que representó aquí estuviera artísticamente desnuda; no tiene constancia de que estuviera desnuda del todo, como decía la bisabuela de una conocida escritora española.

Lo suyo era la comedia, no la tragedia

Jean-Claude Bouillon-Baker con Maudy Ventosa

Jean-Claude Bouillon-Baker con Maudy Ventosa

De Josephine Baker destaca su fuerza y, sobre todo, siempre, su mirada positiva a pesar de pasar por momentos muy difíciles, no solo en su infancia y adolescencia, sino también al final, el de la casa donde vivían en Milandes los niños, alquilada a partir de 1939 y, que pudo comprar después de la Guerra. Allí se casó en la capilla, allí vivió muchos años e hizo allí también como una especie de santuario. Todo acabó mal por la codicia y la envidia. Josephine era una gran artista, pero muy mala gestora; le engañaron, le robaron… Gran admiradora de De Gaulle —pequeña gaulogista según su mujer— quiso ayudarla, pero Baker, sabiendo que iba a perder todo, dijo que no quería esa ayuda porque Francia no tenía por qué pagar sus tonterías. Así era Josephine, afirma Jean-Claude Bouillon-Baker, y si entienden esto, han entendido todo de ella.

Descubierta entre las coristas en el Sam Levin´s Plantation Club de Broadway haciendo tonterías y bizqueando, de la mano de Caroline Dudley da el salto a una Francia en la que los negros no tienen zonas restringidas cuando en el club donde trabajaba, en New York, solo los blancos podían ocupar el centro de la sala.¡París, blancos aplaudiendo a negros!Contraste entre la sociedad francesa y la segregación que existe en la americana y que, a pesar del documento sobre los derechos civiles que se firmó en 1966, la realidad es la que es, a pesar de maquillar las apariencias. Aunque también hay racismo en Francia. Hay un largo camino todavía y personas importantes que ponen sus piedrecitas. Ella pensaría que no se han solucionado los problemas aún.

Josephine bailaba desesperadamente…con gestos personales y distintos que no tienen nada que ver con los códigos de la danza desde el punto de vista académico y que expresan la alegría. Si hubiera podido elegir, había muerto en el escenario, bailando. Pero ocurrió entre dos actuaciones…

Una artista que se debía al público, aunque estuviera agotada, porque quería a la gente, que es la única manera de poder actuar. Tenía una enorme alegría por la vida. Sus mensajes nunca transmitieron odio, sino reconciliación. Trabajó por la libertad y la dignidad humana, naciendo en un país racista, en una familia muy humilde y en una sociedad —como recordaba de pequeña— en la que para una niña negra y pobre solo había tres formas de salir de la miseria: meterse a puta, a criada o a corista.

¡Disfruten con la lectura de esta novela gráfica excepcional!

Los autores:
La fructífera relación entre Catel y Bocquet empezó en 2007 y se ha plasmado en las multipremiadas obras Kiki de Montparnasse (2007), Olympe de Gouges (2012), Alice Guy (2021) y Josephine Baker (Salamandra, 2022).

José-Louis Bocquet (Neuilly-sur-Seine, 1962) es periodista, novelista y guionista de comic. Se carrera como guionista en el mundo de las viñetas comenzó en los años ochenta en la mítica revista Métal Hurlant y desde entonces ha colaborado con artistas de la talla de Serge Clerc, Arno, Stanislas y Jean-Luc Fronental.

Catel Muller (Estrasburgo, 1964) es ilustradora y dibujante de cómic. Inició su andadura por el mundo de la novela gráfica a principios del siglo XXI y siempre se ha preocupado por imprimir en sus trabajos una perspectiva feminista. Ha recibido, entre otros reconocimientos, el Premio del Público en el Festival de Angoulême (2004), el prestigioso Premio Artémisia y el Gran Premio de Diagonale Le Soir por el conjunto de su obra.

El libro:
Josephine Baker (título original: Josephine Baker (Graphic Biography – SelfMadeHero), 2017) ha sido publicado por Ediciones Salamandra Graphic. Traducción de Regina López Muñoz. Encuadernado en Cartoné, tiene 568 páginas.

Como complemento pongo el vídeo grabado durante la rueda de prensa del libro ‘Josephine Baker’ en el que uno de los hijos de Josephine Baker, Jean-Claude Bouillon-Baker, que ha sido asesor histórico de Catel y Bocquet para la realización del libro y aparece en él, es el protagonista de las entrevistas.

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Para saber más:
Josephine Baker en Wikipedia.
Joséphine Baker entra al Panteón de los héroes franceses

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