«El jorobado de Notre Dame», de Víctor Hugo

♦Prólogo de Arturo Pérez-Reverte♦
♦Traducción de Andrés Ruiz Merino♦
♦Ilustración de Augusto Ferrer-Dalmau♦

«Quién nos iba a decir que la culpa de que Víctor Hugo escribiera
‘El jorobado de Notre Dame’ la iba a tener Walter Scott»

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Cubierta de 'El jorobado de Notre Dame'

Cubierta de: ‘El jorobado de Notre Dame’

En 1828, el editor parisino Charles Gosselin le propuso a Victor Hugo que escribiera una novela en la tradición del autor escocés Walter Scott, entonces muy de moda en Francia, y a quien Hugo apreciaba mucho. También le dedicó un artículo, «Sobre Walter Scott, y su novela Quentin Durward», en la revista La Muse française. El 15 de noviembre de 1828, Victor Hugo firmó un contrato con Gosselin. En este contrato, Hugo se compromete a entregarle «una novela de moda de Walter Scott».
La primera edición de El jorobado de Notre Dame apareció así en Gosselin el 16 de marzo de 1831, precedida por un breve prefacio en el que Hugo evoca la inscripción, grabada en mayúsculas griegas «ἈΝΆΓΚΗ» (es decir, Ananké, que elige traducir por «Fatalidad») que habría visto «en un oscuro rincón de una de las torres» y que le habría inspirado la novela.

“Hace algunos años que el autor de este libro, estando de visita o, más bien, escudriñando en Notre Dame, encontró en un oscuro rincón de una de las torres la siguiente palabra grabada a mano en el mundo;

«ἈΝΆΓΚΗ»
Sobre esa palabra se ha construido este libro.

En este prefacio, Hugo incluye una breve pero dura crítica contra las apresuradas restauraciones de las cuales los monumentos históricos en general y Notre Dame son víctimas. El 12 de diciembre de 1832, liberado de su contrato, Hugo publicó con Eugène Renduel una segunda edición final, que integra los tres capítulos ausentes de la edición Gosselin, así como una «Nota agregada a la edición final». En esta nota, Hugo inventa la historia de un cuaderno que contiene los tres capítulos que se habrían extraviado y no se habrían encontrado hasta después de la publicación de la primera edición, lo que le permite pasar por alto sus problemas con Gosselin. También insistió en el hecho de que los capítulos eran inéditos y no nuevos.

“Nota añadida a la edición definitiva (1832)
Se ha anunciado que esta edición por error que esta edición iba a ser aumentada con varios capítulos ‘nuevos’. Habría que decir ‘inéditos’.” [Pág. 15]

La novela histórica tal como la concibe Victor Hugo también incluye una parte de reflexión filosófica y moral. Su puesta en escena en el siglo XV y eventos tales como el levantamiento popular por la libertad de Esmeralda no es tanto una reconstrucción exacta del período para alimentar a los lectores franceses dirigidas al pensamiento político del siglo XIX bajo la monarquía de Carlos X. La novela ofrece una filosofía de la historia y una teoría del progreso detallado en el capítulo 5-2 «Esto matará a aquello». En cuanto al trágico destino de los personajes principales, alimenta una reflexión sobre el destino atravesado por la noción de Anankè («Fatalidad»).

Sinopsis de la editorial:
En el París del siglo XV, con sus sombrías callejuelas pobladas por desheredados de la fortuna y espíritus atormentados, la gitana Esmeralda, que predice el porvenir y atrae fatalmente a los hombres, es acusada injustamente de la muerte de su amado y condenada al patíbulo. Pero Quasimodo, campanero de Notre Dame, hombre de fuerza hercúlea y horrible fealdad, esconde un corazón sensible y la salva resguardándola en la catedral.
Publicada originalmente como Nuestra Señora de París, es ésta una historia que, a través de la lectura, pero también del cine e incluso de los dibujos animados, ha llegado al corazón de muchas generaciones. De marcado carácter romántico, a caballo entre la novela histórica y la ficción literaria, Víctor Hugo nos regala a tres personajes de leyenda: Esmeralda, mujer fatal; Frollo, archidiácono maldito, y Quasimodo, jorobado y tuerto, de gran corazón. Y, como telón de fondo, una imponente catedral. Sin duda, una joya insoslayable de la literatura de todos los tiempos.

“La catedral de Notre Dame de París sufrió un incendio en la tarde del 15 de abril de 2019 en el tejado del edificio y ocasionó daños considerables. La aguja de la catedral y el tejado se derrumbaron. Tanto el espacio interior como muchos bienes muebles se dañaron gravemente.”
Esta noticia apareció en todas los periódicos y televisiones del mundo entero.
Lo realmente impresionante es que 188 años antes Víctor Hugo lo describió perfectamente.
“Todos los ojos se habían levantado hacia lo alto de la iglesia. Lo que veían era extraordinario. Sobre la cima de la galería más alta, más arriba del rosetón central, había una gran llama que se elevaba entre los dos campanarios con torbellinos de chispas, una gran llama caótica y furiosa de la que el viento se llevaba por momentos un jirón envuelto en humo”.
[Pág. 558, libro décimo, capítulo 4]

«En El jorobado de Notre Dame aparecen por primera […] la arquitectura enigmática, los personajes perversos, el pasado magnífico de una ciudad con memoria y monumentos hermosos que se derrumban –o incendian– bajo la desmemoria y el vendaval de los nuevos tiempos. Y, por supuesto, el amor desesperanzado, trágico, magnífico, entre la Bella y la Bestia».
ARTURO PÉREZ-REVERTE

Lee y disfruta de las primeras páginas de la novela.

Retrato de Victor Hugo por Nadar (alrededor de 1884)

Retrato de Victor Hugo por Nadar (alrededor de 1884)

El autor:
Víctor Hugo nació en Bensaçon en 1802. Niño precoz, se iniciaba realmente en la literatura en 1822 con su primera obra poética: Odas y poesías diversas. Ese mismo año se casaba con Adèle Foucher.
Desde muy pronto tuvo también una presencia activa en la escena política francesa. En 1845 el rey Luis Felipe lo nombró par de Francia, pero durante la revolución del año 1848 se convertirá en republicano y será designado alcalde y, tiempo después, será elegido diputado en la segunda república. En 1855, cuando Napoleón III ocupa el poder, comenzó su exilio de quince años en la isla de Guernsey. Con la caída del segundo Imperio, en 1870, Víctor Hugo regresa a Francia y vuelve a participar activamente en política como diputado y, más adelante, como senador, aunque en 1872 decide su retiro de la política activa.
Víctor Hugo falleció el 22 de mayo de 1885, en París. Su cuerpo permaneció expuesto bajo el Arco del Triunfo y fue trasladado, según su deseo, hasta el Pantheon, donde fue enterrado.
Escritor, poeta y dramaturgo, Víctor Hugo es uno de los grandes autores de todos los tiempos y un claro ejemplo del estilo romántico propio del siglo XIX. Además de Los miserables, su obra magna, entre su producción narrativa destacan Nuestra Señora de París (también conocida como El jorobado de Notre Dame), Hojas de otoño El rey se divierte. Notables son también sus obras históricas, como Cromwell, y algunas de sus obras de teatro, entre las que destaca Hernani, adaptada a la ópera por Verdi.
Edhasa ha hecho una nueva traducción completa de la obra por Andrés Ruíz Merino y Elena Sandoval en su colección de Edhasa Literaria. También tenemos disponible una edición adaptada para los más jóvenes en nuestro sello Castalia Ediciones: Los miserables de la colección Castalia Prima. 

El libro:
El jorobado de Notre Dame (título original: Notre-Dame de Paris, 1831) ha sido publicado por la Editorial Edhasa en su Colección Zenda-Edhasa. Traducción de Andrés Ruiz Merino, 2019. Encuadernado en rústica, tiene 670 páginas.

Como complemento pongo el vídeo de la película El Jorobado de Notre Dame 1997.

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Para saber más:
Nuestra Señora de París en Wikipedia.
Victor Hugo en Wikipedia.

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