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«Dos en una torre», de Thomas Hardy

«Dos en una torre, traducida por primera vez al español nos presenta a Thomas Hardy como el único autor victoriano que permitió a sus personajes femeninos actuar por su cuenta y, en la medida de lo posible, satisfacer sus deseos.»

“Este romance de liviana composición resultó del deseo de contrastar la historia emocional de dos vidas infinitésimas con el formidable trasfondo del universo estelar, y de transmitir a los lectores el sentir de que, entre tan distintas magnitudes, la más pequeña pudiera ser la que como personas les resultase más grande.
No obstante, son estas páginas las que deben hablar por sí mismas. Poniéndonos más serios, confío en que este imperfecto relato recuerde a unos cuantos lectores, de un modo que sea beneficioso para el aumento de las simpatías sociales, el patetismo, suplicio, largo sufrimiento y divina ternura que en la vida real acostumbran a acompañar a la pasión de una mujer como Viviette por un enamorado varios años más joven que ella.”   [Del prefacio de 1895]

Cubierta de Dos en una torre

Cubierta de: ‘Dos en una torre’

Dos en una torre fue publicado originalmente en el año 1882 y es una historia de amor en la que Hardy pone la vida emocional de sus dos amantes en el contexto del ‘universo estelar’. La infelizmente casada (y muy aburrida) Lady Viviette Constantine rompe todas las reglas del decoro social cuando se enamora de Swithin St. Cleeve, un joven astrónomo que es ocho años menor que ella. Debido a que el libro desafiaba las normas sociales de la época, en el momento de su publicación causó verdadero impacto y fue calificado de repulsivo.
Hardy escribió en una carta a Edmund Gosse (poeta y crítico inglés) el 10 de diciembre de 1882: «Recibo las críticas más extraordinarias de T. en un T. Los críticos eminentes me escriben y me dicen en privado que es lo más original que he hecho…, mientras que otros eminentes críticos (me pregunto si son los mismos) imprimen los reproches más severos que puedas concebir; muestran (para mi asombro) que soy una persona inmoral…”

A Thomas Hardy no le quedó más remedio que escribir un prefacio al libro que se publicó en la edición de 1895 para tranquilizar las ‘almas victorianas’ que le acusaban de ser una persona inmoral.

“La curiosa yuxtaposición de ardor juvenil y desesperación madura que había advertido en el muchacho lo habrían vuelto de por sí interesante para una mujer perspicaz…”       [Pág. 47]

Sinopsis de la editorial:
Lady Constantine se aburre en su finca del suroeste de Inglaterra por la ausencia de su marido, hasta que un día, en una torre de la heredad, conoce a Swithin St Cleeve, ocho años más joven que ella, de posición social inferior, muy atractivo y estudiante de astronomía. Esa torre se convertirá en el centro de su romance secreto, pero enseguida el mundo exterior empezará a interponerse entre ellos. Dos en una torre es una arrebatadora novela de Thomas Hardy en la que las constantes de su obra (la estrechez moral de la sociedad, la desigualdad entre los sexos, la rebeldía femenina y su derecho a elegir) vuelven a estar presentes y la inmensidad del universo que Swithin recorre con su telescopio contrasta con la pequeñez y mezquindad de la vida en la tierra.

Tengo que reconocer que, aunque los críticos la consideran una obra menor, a mi me ha gustado y hace un fiel retrato de la sociedad victoriana que le tocó vivir. Recomendable.

Hardy entre 1910 y 1915

Hardy entre 1910 y 1915

El autor:
Thomas Hardy nació en Higher Bockhampton, Stinsford, cerca de Dorchester, Inglaterra el 2 de junio de 1840 y murió en su residencia de Max Gate el 11 de enero de 1928, y recibió sepultura en el llamado Rincón de los Poetas (Poets’ Corner) en la abadía de Westminster, pero su corazón fue enterrado en la tumba de su primera esposa, en Stinsford, muy cerca de donde yacen también los padres del autor.
Thomas Hardy publicó un total de catorce novelas. Las dos primeras, Remedios desesperados (1871) y Bajo el árbol del bosque (1872), fueron publicadas de manera anónima. Las dos siguientes, Unos ojos azules (1873) y Lejos del mundanal ruido (1874), ya firmadas con su nombre, cosecharon un enorme éxito. Entre sus obras más aclamadas, destacan El regreso del nativo (1878), El alcalde de Casterbridge (1886), Los habitantes del bosque (1887), Tess la de los d’Urberville (1891) y Jude el oscuro (1895). Todas ellas están vinculadas a la creencia en un universo dominado por el determinismo biológico de Charles Darwin, a la filosofía pesimista de Arthur Schopenhauer, y a la existencia de un mundo en el que el destino de los individuos se ve fatalmente alterado por la suerte. Cansado de que los críticos le reconviniesen por sus temas, Hardy se consagró, tras publicar Jude el oscuro, a la poesía. Poemas de Wessex (1898) y Poemas del pasado y del presente (1901) contienen obras escritas tiempo atrás. Los Dinastas, compuesto entre 1904 y 1908, es un drama épico, no redactado para la escena, de 19 actos y 130 escenas, en el que se narra la intervención de Inglaterra en las Guerras Napoleónicas. Sus poemas cortos, evocadores y visionarios, se publicaron en los libros Risas del tiempo (1909), Sátiras de circunstancias (1914), Momentos de visión (1917), Poemas líricos (1922), Fantasías humanas (1925) y Palabras en invierno (1928).

El libro:
Dos en una torre (título original: Two on a Tower, 1892) ha sido publicado por Alianza Editorial en su Colección 13/20. Traducción de Miguel Ángel Pérez Pérez, 2019. Encuadernado en rústica sin solapas, tiene 412 páginas.

Cómpralo a través de este enlace con Casa del Libro.

Para saber más:
Thomas Hardy en Wikipedia.

 

 

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«Cuentos de Navidad. De los hermanos Grimm a Paul Auster»

«38 Cuentos de Navidad seleccionados por Marta Salís»
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Cubierta de Cuentos de Navidad

Cubierta de: ‘Cuentos de Navidad’

La Navidad, siempre muy presente en la literatura, ha inspirado relatos magníficos, y son muchos los grandes escritores que se han acercado a ella desde diferentes perspectivas. Seguramente el primer cuento que la trató es del filósofo neoplatónico romano Celso quién en el siglo II, cuando los cristianos empezaban a celebrar el nacimientos de Cristo, escribió una versión del hecho sagrado en la que Cristo nace en Judea y es hijo de una campesina adúltera y un soldado romano llamado Pantero; en su obra Doctrina verdadera (según otros traductores, Discurso sobre la verdad).
Esta antología, sin embargo, parte de una tradición muy posterior y desde luego menos «apócrifa», más ligada a lo que la Navidad sigue significando hoy en el imaginario de Occidente
En esta antología se refleja la alegría, el sentido de comunidad, la excitación espiritual, la oportunidad de cambio, los deseos, la nostalgia e incluso el rechazo que estas fechas despiertan en muchos de nosotros, porque, si bien es cierto que la tradición invita a los buenos sentimientos, no lo es menos que se presta a una variedad sorprendente de estilos y de tonos: no faltan aquí ni el humor, ni la oscuridad, ni la crítica social, ni la fantasía, ni la tragedia.

Los 38 Cuentos de Navidad seleccionados por Marta Salís proceden de distintas tradiciones occidentales (anglosajona, germánica, nórdica, mediterránea, eslava). De los hermanos Grimm y E. T. A. Hoffmann hasta Joyce, Capote o Auster, y alternando clásicos como Canción de Navidad de DickensLa niña de los fósforos de Andersen con piezas poco conocidas e inéditas, este volumen abarca dos siglos de literatura navideña desde los ángulos más distintos y con las más diversas intenciones.

El recorrido por las distintas vivencias, paisajes, sentimientos y tradiciones, comienza por Jacob Wilhelm Grimm y termina con Paul Auster. La calidad del resto de autores, es incuestionable:

  • Jacob y Wilhelm Grimm: Los táleros de las estrellas (1812)
  • E. T. A. Hoffmann: La aventura de la noche de San Silvestre (1815)
  • Nathaniel Hawthorne: Las hermanas (1839)
  • Charles Dickens: Canción de Navidad (1843)
  • Charles Dickens: El cuento del pariente pobre (1852)
  • Hans Christian Andersen: La niña de los fósforos (1845)
  • Fiódor M. Dostoyevski: Un árbol de Navidad y una boda (1848)
  • Theodor Storm: Bajo el abeto (1862)
  • Bret Harte: De cómo Santa Claus visitó Simpson’s Bar (1872)
  • Zacharias Topelius: Ojo de Estrella (1873)
  • Alphonse Daudet: Las tres misas rezadas (1875)
  • Anthony Trollope: Catherine Carmichael o el paso de tres años (1878)
  • Guy de Maupassant: Cuento de Navidad (1882)
  • August Strindberg: Pal y Per (1882)
  • Nikolái S. Leskov: La fiera (1883)
  • Robert Louis Stevenson: Markheim (1884)
  • Amalie Skram: La Navidad de Karen (1885)
  • Antón P. Chéjov: Vanka (1886)
  • Sarah Orne Jewett: La Nochebuena de la señora Parkins (1890-1891)
  • Thomas Hardy: El despiste de una orquesta parroquial (1891)
  • Gustav Wied: Noche de paz, noche de amor… (1891)
  • Arthur Conan Doyle: La aventura del carbunclo azul (1892)
  • Léon Bloy: Navidad prusiana (1893)
  • Luigi Pirandello: Navidad en el Rin (1896)
  • Wladyslaw Reymont: Felices (1897)
  • Clarín (Leopoldo Alas): El rey Baltasar (1901)
  • Grazia Deledda: Mientras sopla el Levante (1902)
  • O. Henry: Un regalo de Navidad en el chaparral (1903)
  • Ramón María del Valle-Inclán: Nochebuena (1903)
  • Saki: La fiesta de Navidad de Reginald (1904)
  • G. K. Chesterton: Las Estrellas Voladoras (1911)
  • Emilia Pardo Bazán: La estrella blanca (1912)
  • James Joyce: Los muertos (1912)
  • Dino Buzzati: Cuento de Navidad (1945)
  • Dylan Thomas: La Navidad de un niño en Gales (1952)
  • Ray Bradbury: El regalo (1952)
  • Truman Capote: Una navidad (1982)
  • Paul Auster: El cuento de Navidad de Auggie Wren (1990)

De Berlín a Brooklyn, de un pueblecito sardo a un rancho del Lejano Oeste, de la Provenza a Nueva Zelanda, de un aristocrático salón a un pueblo de mineros, de Dublín a un cohete espacial…: en todos esos lugares veremos celebrar la Nochebuena, la Navidad, el día de San Esteban, la Nochevieja o el día de Reyes, y en todos ellos ocurrirá algo que ilustre el tradicional espíritu navideño… o bien lo desmienta.
El sentido religioso está muy presente en relatos como el de Zacharias Topelius, que trata de reconciliar las dos tradiciones pagana y cristiana, el de Dino Buzzati, que alterna lo devoto y lo absurdo, o el de Emilia Pardo Bazán, que reconstruye la historia de la adoración de los Reyes Magos; y, en un orden más terrenal, Alphonse Daudet, Léon Bloy y Ramón María del Valle-Inclán nos hablan, no sin ironía, de las costumbres del clero. Pero hay cuentos en los que la Navidad está completamente secularizada y no es más que un mero compromiso social donde se forjan o consolidan pactos mundanos (Dostoyevski), o donde se remueven anécdotas y episodios que afectan puramente a la vida íntima o personal («Los muertos» de Joyce): de ahí, por cierto, que figuren también en este volumen varios cuentos de intenso lirismo, como los de Luigi Pirandello y Dylan Thomas. Pero en la Navidad de Saki, por ejemplo, más que un compromiso, las fiestas navideñas son ya directamente un engorro.
Vamos, que hay donde elegir, pues la selección de 
Marta Salís es magnífica.

El libro:
Cuentos de Navidad. De los hermanos Grimm a Paul Auster ha sido publicado por Alba Editorial en su Colección Clásica Maior. Los traductores son Paula Brines, Mercedes Corral, María José Chuliá García, Celia Filipetto, Víctor Gallego Ballestero, Isabel Hernández, Maribel de Juan, José Luis López Muñoz, Cristina Marín Rubio, Catalina Martínez Muñoz, Carmen Montes Cano, Katarzyna Olszewska Sonnenberg, Blanca Ortiz Ostalé, Fernando Otero Macías, Marta Salís, Marta Sánchez-Nieves y Miguel Temprano García. Encuadernado en tapa dura con sobrecubierta, tiene 624 páginas.

Cómpralo a través de este enlace con Casa del Libro.

Para saber más:
La Navidad en Wikipedia.

feliznavidad

 

 

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