Philip Marlowe regresa, ¿para quedarse?
No sabemos si Benjamin Black alter ego de John Banville es aficionado al espiritismo, porque en la rueda de prensa no llegó a comentarlo, pero lo que si es seguro, es que el espíritu de Raymond Chandler, por encargo de sus herederos, mueve la pluma, perdón, las letras del teclado del ordenador para dar vida a uno de los más famosos detectives del siglo XX, Philip Marlowe.
Pero el Philip Marlowe del siglo XXI es distinto,para bien o para mal según los gustos. No olvidemos que Chandler escribía sobre su propia época, y Black escribe casi novela histórica. «No tenía intención de hacer un Marlowe mio (Black). El Marlowe de Chandler adopta a veces un tono brutal, pero creo que finge esa brutalidad; el mio es más blando. Hago una distinción entre fuerte y duro. El mio es fuerte y finge ser duro, incluso con los peores criminales siente cierta empatía, y se siente triste cuando pierden sus vidas. Es como abrir un huevo y sacar el Marlow verdadero, un Marlow más romántico.
En este libro Marlow es como si estuviera sobrepasado por el amor, y la idea de que la protagonista, una mujer muy sofisticada, pudiera estar enamorada de él le puede, aunque lo cierto es que ella le está utilizando para sus intereses».
“Me fijé en una mujer que, en la esquina de Cahuenga y Hollywood, aguardaba a que cambiara la luz del semáforo. Piernas largas, una ajustada chaqueta color crema con hombreras, una falda azul marino. También lucía un sombrero, un accesorio tan diminuto como un pajarito que se hubiera posado en un lateral de su cabello y se hubiera quedado allí alegremente. Miró hacia la izquierda, luego hacia la derecha y de nuevo hacia la izquierda —debía de haber sido una niña muy buena— y entonces cruzó la calle soleada, avanzando con elegancia sobre su propia sombra. […] Era más alta de lo que me había parecido desde la ventana, alta y delgada, con hombros anchos y elegantes caderas. Mi tipo, en otras palabras”. (Pag. 9 y 10)
John Banville/Benjamín Black siguió hablando de su Marlowe: «Es un personaje triste, no tiene nada, no tiene amigos, ni familia, tiene una casa alquilada casi sin bienes, y no tiene siquiera gato, como el de Chandler. Vive una vida solitaria. Ese es el Marlowe que yo quería retratar».
Hubo una vez que le preguntaron a Raymond Chandler sobre si tenía conciencia social Philip Marlowe, y él contestó que tenía «tanta como la que puede tener un caballo»; y le trasladamos la pregunta a John Banville/Benjamin Black que nos respondió: El mio tiene una conciencia social muy aguda.
Los escritores de novela negra le detestan por se un autor muy literario, y comenta que cuando entregó a su editor el primer libro firmado como Benjamin Black este le espetó: “Esto no es noir. Es una novela literaria”. Banville hace una mueca: “Oh, no, por Dios. Calla, calla. ¡No digas eso!”.
Reconoce que lee poca novela negra, y la que ha leído no le gusta. «Detesto las novelas de Stieg Larsson. Me parece un libro deshonesto, obsceno, el autor que iba de liberal y defensor de las mujeres, termina haciendo todo lo contrario. La novela negra cada vez se ha vuelto más violenta. Es una carrera por hacer y crear una montaña de muertos y se obsesiona con nuevas y mejores maneras de matar chicas jóvenes».
La sinopsis de la novela es sencilla: Arranca la década de los cincuenta. Philip Marlowe se siente tan inquieto y solo como siempre y el negocio vive sus horas bajas cuando irrumpe en su despacho una nueva clienta: joven, rubia, hermosa y elegante, Clare Cavendish, la rica heredera de un emporio de perfumes, pretende que Marlowe encuentre a un antiguo amante, un hombre llamado Nico Peterson.
Una muy buena novela negra/literaria que da gusto leer por lo bien escrita que está.
El autor:
Benjamin Black es el seudónimo de William John Banville (Wexford, Irlanda, 1945). Banville ha trabajado como editor de The Irish Times y es habitual colaborador de The New York Review of Books. En 2005 obtuvo el Premio Booker con El mar, consagrada además por el Irish Book Award como mejor novela del año. Entre sus novelas destacan también El Intocable, Eclipse, Imposturas, Los infinitos y Antigua luz (Alfaguara, 2012), uno de los mejores libros del año según la crítica. En 2011 recibió el prestigioso Premio Franz Kafka, considerado por muchos como la antesala del Premio Nobel; en 2012 el escritor Javier Marías lo nombró duque del Reino de Redonda, un reconocimiento personal a sus escritores admirados, y en 2013 fue galardonado con el Premio Austriaco de Literatura Europea, y, en España, con el Premio Leteo y el Premio Liber. Bajo el seudónimo de Benjamin Black, ha publicado en Alfaguara El lémur (2009), la serie de novela negra protagonizada por el doctor Quirke, adaptada a la televisión por la BBC británica, con guion de Andrew Davies y Gabriel Byrne en el papel de Quirke —El secreto de Christine (2007), El otro nombre de Laura (2008),En busca de April (2011), Muerte en verano (2012) y Venganza (2013)—, y la esperada novela La rubia de ojos negros, protagonizada por el mítico detective Philip Marlowe y escrita por invitación de los herederos de Raymond Chandler.
El libro:
La rubia de ojos negros (título original: The Black-Eyed Blonde: A Philip Marlowe Novel, 2014) ha sido publicado por la Editorial Alfaguara en su Colección Literaturas Serie Negra. Traducido del inglés por Nuria Barrios. Encuadernado en rústica con solapa, tiene 331 páginas.
Cómpralo a través de este enlace con Casa del Libro.
Como complemento pongo un vídeo en el que John Banville es entrevistado por David Smith en la Biblioteca Dámaso Alonso del Instituto Cervantes de Dublín el 4/11/2013.
John Banville. Festival Isla 2013 / Isla Festival 2013. Instituto Cervantes Dublín
Para saber más: