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«La presidenta», de Alicia Giménez Bartlett

«El primer caso de Berta y Marta Miralles,
dos inspectoras que hacen historia»

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Cubierta de 'La presidenta'

Cubierta de: ‘La presidenta’

En un hotel de Madrid aparece muerta Vita Castellá una de las políticas más influyentes y populares de nuestro país. Implicada en varios casos de corrupción en la Comunidad Valenciana, debía declarar al día siguiente ante el Tribunal Supremo. Su jefe de comunicación, Salvador Badía, ha sido quien ha encontrado el cadáver y ha avisado a la policía. ¿Muerte natural? ¿Asesinato? En medio de la consternación, se impone la discreción absoluta sobre el fallecimiento hasta que no lleguen los primeros informes policiales.
En las altas esferas políticas hay nervios y miedo a que el caso les salpique. Los resultados de la autopsia son claros: muerte por envenenamiento. El ministro de Interior llama al director nacional de la Policía, Juan Quesada Montilla, y entre los dos deciden que esa información no puede llegar al gran público. Pactan una versión oficial: muerte por infarto, pero para que no haya suspicacias entre los partidos de la oposición inician una investigación paralela condenada a no obtener ningún resultado.
Es entonces cuando deciden que las candidatas ideales para llevar el caso son dos jóvenes inspectoras recién licenciadas de la Academia, con excelentes expedientes, pero sin ninguna experiencia.

Las dos mujeres son las hermanas Miralles: Berta y Marta.

Las inspectoras Miralles llegan a la comisaría de Valencia, desde donde se coordinará la investigación, y en seguida descubren que las únicas que tienen interés en el caso son ellas. El comisario, el juez… todos  parecen preferir que estén en el despacho redactando informes insulsos que realizando una verdadera investigación. La misma sensación ha tenido Badía cuando habló con la policía. El responsable de comunicación, fiel a Vita Castellá a pesar de los defectos y errores de su jefa, teme correr su suerte y quiere averiguar quién ha sido el responsable de su muerte.
Las inspectoras Miralles necesitan ayuda, y la encuentran en Badía, quien les explicará cómo era la presidenta, como así llamaban en sus círculos íntimos a Vita Castellá, y quiénes podrían desear su muerte. La lista es larga porque en los varios mandatos consecutivos de la presidenta la corrupción ha anidado en la Comunidad Valenciana, favoreciendo a unos y dejando caer a otros cuando empezaron a saltar las primeras alarmas.

En ese perseguir la verdad e intentar descubrir al asesino o asesina de Vita Castellá, las hermanas Miralles van conociendo las actividades delictivas que se fraguaban en torno a la presidenta, desde comisiones ilegales, tráfico de influencias, enriquecimientos ilícitos, hasta fiestas sexuales de extraña índole. Aunque lo peor es cuando empiezan a comprobar que la separación de poderes se diluye y la corrupción alcanza a los cuerpos policiales y a las altas instituciones. ¿Cómo pueden luchar dos inspectoras novatas contra ello? La voluntad y la vocación las empujan a intentarlo porque, a pesar del sistema corrupto, saben que existe gente que tiene fe en la justicia y lucha por ella. El problema muchas veces es encontrarla.

Entre los naranjos del Maestrat castellonense, los arroces al forn, las cervecitas al sol y las calles de Valencia, Alicia Giménez Bartlett ambienta una trepidante historia con ágiles diálogos, en la que las mujeres rompen tópicos y estereotipos para superar con nota todas las trabas que les surgen. Una historia que a muchos de los lectores les puede remitir a graves y vergonzosos sucesos ocurridos en nuestro país, pero como advierte la autora al lector en la introducción: «aunque algunos elementos de esta novela se inspiran en la realidad, la autora ha dado rienda suelta a su imaginación mediante unos personajes y una intriga de ficción, que no se corresponden en ningún caso con personas ni hechos reales.»

Lee y disfruta de un fragmento de la novela.

© Leticia Díaz de la Morena

© Leticia Díaz de la Morena

La autora:
Alicia Giménez Bartlett (Almansa, Albacete, 1951) es autora de ensayos como El misterio de los sexos y La deuda de Eva, pero es conocida especialmente por sus novelas, entre las que destacan ExitCaídos en el valleVida sentimental de un camionero, Una habitación ajena (Premio Femenino Lumen 1997), Secreta PenélopeDonde nadie te encuentre (Premio Nadal de Novela 2011) y Hombres desnudos (Premio Planeta 2015). Con Ritos de muerte inició la serie protagonizada por la inspectora Petra Delicado, a la que han seguido once títulos más y cuyo éxito le ha valido premios como el Women Fiction Festival de Matera Award, el Grinzane Cavour, el Fregene Internazionale, el Raymond Chandler, el Pepe Carvalho de Novela Negra y el José Luis Sampedro de Getafe Negro. Con La presidenta, llega a Alfaguara Negra la gran autora española del género policiaco.

El libro:
La presidenta ha sido publicado por la Editorial Alfaguara en su Colección Alfaguara Negra. Encuadernado en rústica con solapas, tiene 344 páginas.

Como complemento pongo una muestra del audiolibro «La presidenta». La versión completa tiene una duración total de 9 h 42 min.
Encuentra este audiolibro completo en: https://bit.ly/lapresidenta-audiolibro.

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Para saber más:
http://www.aliciagimenezbartlett.es/

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«Susana Martín Gijón. Entrevista»

«La autora de Planeta, Susana Martín Gijón se encuentra en plena promoción de su último libro, y tuvimos la suerte de poder conversar con ella Guillermo Loren y una servidora cuando vino a Madrid. Como ella dice, fue un ratito muy agradable

♦La reseña de Planeta se publicó ayer en este mismo blog♦

Maudy.- ¿Susana, cómo consigue que no decaiga la atención del lector? Porque no decae nada…
Susana.- ¡Qué bien!, qué bueno es saberlo. Eso también tiene un poco de estrategia, con capítulos cortos, con finales en alto. Me encuentro muy cómoda con ese formato de ahora engancho con otra historia, ahora voy intercalando las diferentes tramas… Ese comienzo de capítulo, que empezó casi por casualidad con Progenie, muchos lectores me dicen que les ayuda a seguir enganchados…es una frase que sigue y encima el capítulo es corto, pues ya me lo leo y ya nunca acabo…

M.- Me parece una novela muy sensorial, participan todos los sentidos… el olor, ¿cómo puede lograr que huela la sangre, que huela la muerte…? Lo traslada al lector…
S.- Me parece importante poner en juego todos los sentidos a través de la literatura. Yo disfruto mucho cuando me encuentro eso. Es consciente, intento trabajarlo, me coloco, me sumerjo y yo misma lo siento, lo huelo, lo veo y creo que es importante trasladar esas sensaciones…La lluvia, la humedad…

M.- Sus personajes están muy bien perfilados, pero yo si noto cómo el paso del tiempo va haciendo mella en ellos, o tal vez sean las situaciones tan duras que están viviendo… ¿somos el resultado de lo que nos toca vivir? Háblenos un poco de sus personajes, de cómo han evolucionado.

S.-Digamos, en una novela independiente, tú haces un arco de un personaje, comienza de una forma, acaba diferente, porque la novela ha pasado por él. Cuando se trata de una saga, esa evolución acaba siendo mucho mayor, un arco dentro de cada novela pero que a su vez es un arco más grande. Con Camino, notamos una evolución, no podemos decir que sea empática todavía, pero lo intenta… y también, algo inevitable de lo que decías, somos las circunstancias de lo que vivimos. Hay dos novelas antes, con situaciones muy duras, y aunque yo en un principio creo un personaje muy disfrutón, yo quiero huir del policía traumado, del cliché de siempre. Camino sigue manteniendo esa esencia, se escapa al baile, se da el gustazo comiendo en cuanto puede… sigue siendo disfrutona, pero está tocada sobre todo del final de Especie. Otra cosa que me gusta de las sagas, que disfruto mucho también como lectora, es la posibilidad de ir desarrollando más los personajes, meterme en las cabezas y en las casas, pero sin desarrollar mucho para no perder agilidad ni ritmo. La saga me da la oportunidad de meterme más con un personaje. En el caso de Planeta le ha tocado a Fito…

M.- Intuyo que Fito va a tener una evolución muy buena.
S.-El que más crece dentro de Planeta es Fito. Conocemos sus circunstancias familiares, le ponemos también en dificultades y da para mucho. En Progenie, incluso, podía estar un poco antipático en algunos momentos, porque era como el chulito de la policía.

M.-Musculines con tableta y chulito.
S.- Sí. Origen humilde, del barrio de Torreblanca, prejuicios con los que lo han tenido más fácil… Ahora lo entendemos mejor. Me gusta mucho la relación con su madre, con su hermano… quizá para mí, Fito sea mi favorito dentro de Planeta.

M.-Por eso intuía que, tal vez, más adelante Fito pueda ser un personaje principal…
S.- Puede ser, pero no lo tengo pensado… y como en todas las novelas, yo quiero que sean los lectores quienes marquen…

M.-Pues yo, por favor, un voto para Fito… y luego me voy a Sevilla a conocerle… La novela es un thriller, pero es una denuncia en varios temas…
S.- Es cierto que es un poco mi marca; algo que me caracteriza dentro del thriller es la denuncia social de problemas de nuestro tiempo y en la trilogía, están perfectamente marcados. En Progenies la descendencia, el modelo de familia, nuestra propia especie; en Especie es el trato que damos al resto en cuanto a experimentación, a ocio, a alimentación y en Planeta es el trato que le damos al conjunto del hogar que tenemos, a nuestro entorno. Familia, animales -animalismo, veganismo- y ecología-cambio climático. Los grandes problemas más acuciantes o los desafíos de nuestro tiempo.

M.-Su denuncia visibiliza el maltrato animal, pero los animalistas no salen muy bien parados…
S.-Algunos de ellos. En el Santuario de animales… La experiencia más bonita que tuve con la documentación de Especie fueron los días que pasé en un santuario de animales.

M.-Se documenta viviéndolo…
S.-Me meto… tuve la posibilidad de estar unos días en un santuario, andaluz y me fascinó hablar con esas personas. Además del trato con los animales, han dejado sus vidas convencionales y esto les está aportando cosas. Eran muy felices en ese entorno y por eso han elegido ese camino. Eso me sirve también como experiencia. Me encanta ver otra realidad y ver cómo la gente vive. Luego también me metí con realeros, que yo no tenía ni idea de cómo era una reala de perros y también aprendes.

M.Yo aprendo mucho con sus libros… de las reflexiones que introduce, por ejemplo, ¿lo que opinen los demás de uno mismo es inútil y desgasta?, lo decía Barbara Volpe, que es otra mujer que me ha impresionado muchísimo.
S.- Sí, porque ella está en una de esas situaciones que la vida nos pone en las narices para darnos cuenta de lo que realmente importa… Le he cogido mucho cariño a Bárbara. En Planeta aparece con más fuerza, aunque tuvo un papel pequeñito en Especie.

M.-Con ella introduces el tema de la muerte, del miedo a dejar de existir sin haber cumplido los sueños, a no ser recordado por nadie… ¿es este un sentimiento universal que no tiene edad?
S.-Creo que sí; Bárbara está en una situación que sirve como revulsivo, que te hace pensar en lo que realmente importa y que a ella la remueve mucho… esa gruñona, cascarrabias, que de repente la vida le dice, ¿eh?

M.-La vida te da golpes que te enfrentan contigo mismo de una manera salvaje.
S.- Barbara nos lo dice, aunque como mejor reaccionamos es en nuestras carnes. Es un recordatorio.

M.-¿El pudor nos incapacita para elogiar a quien de verdad creemos que lo merece?
S.- Sí, otra vez Camino, le cuesta sacar fuera los afectos, quizá eso es más masculino por aprendizaje, por construcción social y, además, no tiene la sensibilidad que se le suele poner en la mochila a las mujeres muchas veces, ella no la tiene…

M.- Camino se descontrola con las emociones primarias, con la ira, con la rabia, pero con las que están más elaboradas, lo tiene un poco más complicado… En las primarias, no escatima, se la ve siempre…
S.- Sí, y en esta evolución, la coloco en situaciones límite, y fuerzo un poco ese aprendizaje y ahí está esa reflexión.

M.- Planeta es una denuncia, pero también un compromiso con los jóvenes que se conciencian por salvar el planeta, aunque estén también los extremistas, los ambientalistas ¿Intenta que los jóvenes sean conscientes de lo que está ocurriendo?
S.-Los jóvenes son los más conscientes; quizá los mayores estamos mirando para otro lado. Ellos tienen muy asumidas cuáles son las circunstancias del planeta y que estamos en una cuenta atrás. Quizá más es una reflexión; en el otro extremo del arco estarían los negacionistas, los políticos cortoplacistas…El planeta va a seguir, el planeta no se va a destruir, se va a destruir el entorno en el que podemos vivir…

M.-Está bien que refuerce la imagen de los jóvenes como personas comprometidas con el medioambiente… Me encanta el humor que introduce en la narración, y se nota que sale natural… de manera elegante.
S.– Sí, me sale, y como al final se están tratando temas duros, eso aligera un poquito. Creo que el humor es necesario siempre, en la vida y en todo tipo de géneros literarios se puede meter, y si es más duro el género, con más razón, poner de vez en cuando esa sonrisa. Intento pasármelo bien escribiendo; si me lo paso bien, hay más posibilidades de que el lector al otro lado también suelte una carcajada…

M.-Se nota que va teniendo mucho oficio. Es una escritora consagrada.
S.- Gracias, soy muy perfeccionista, sí noto la evolución desde los primeros libros… veo la evolución en cada libro. El primero, Más que cuerpos, lo sigo viendo novato, el siguiente un poquito mejor y así, ¿no? Yo lo noto, lo quiero notar…

Guillermo.- Los primeros libros son más frescos…
S.-Yo quiero ceñirme a esto por ser más condescendiente, menos dura conmigo misma, me digo, tenía un toque de frescura… luego tienes más oficio, quizá más estructura, lo que tú dices de capítulos cortos, finales altos… eso va a hacer que no pares de leer, pero está más estructurado quizá, el otro era un poco más libre.

M.-Otra de las denuncias que hace es sobre los barrios marginales y más desfavorecidos de Sevilla; también les da visibilidad y, de alguna manera, a la gente que parece que solo tiene un camino.
S.- Si, la desigualdad nos marca; las circunstancias en las que nacemos y nos criamos nos condicionan lo queramos o no, y pone las cosas muchísimo más difíciles. Sevilla es una ciudad apasionante, pero que tiene una desigualdad bestial. Dentro de los diez barrios más pobres de España según el INE, todos los años hay mínimo cinco que son de Sevilla. Entonces, tú te mueves por el centro y ves una realidad, pero te vas a Los pajaritos, al Vacíe, a Torreblanca, Las tres mil viviendas, Polígono Sur, y por supuesto, ves otra realidad. La gente de Sevilla del centro jamás pone el pie allí… En el personaje de Fito se ve claramente esta problemática.

M.-Le quiero para la próxima…
S.- ¡Me lo apunto! Sabes que yo voy apuntando lo que me dicen las lectoras…

Y hablamos de fanatismo, de justicierismo, de cómo ponerse en la mente del terrorista y entenderle por un minuto en un ejercicio de empatía, de las personas que esconden sus debilidades para no ser vulnerables, de la desigualdad social, y de muchas otras cosas…

Espero que no pierdas un minuto y comiences una lectura apasionante. La de Planeta, de Susana Martín Gijón. Ya.

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